En 10G Force estamos promoviendo y desarrollando Proyectos de Producción de Hidrógeno Verde, en los que participamos como Socios, aportando para ello todo nuestro conocimiento y experiencia en la materia y en general en el sector de las Energías Renovables.
Estamos convencidos de que el H2 Verde será el vector energético del futuro, entre otras por las siguientes razones:
Energía limpia: El hidrógeno verde se produce sin generar emisiones de dióxido de carbono y otros gases nocivos, lo que lo convierte en una fuente de energía limpia. Jugará pues un papel fundamental en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero a la hora de abordar el cambio climático.
Almacenamiento y transporte: El hidrógeno es un excelente medio para almacenar energía y transportarla a largas distancias. Esto puede ser útil para superar la falta de estabilidad de otras fuentes de energías renovables, como la energía fotovoltaica y la eólica.
Aplicaciones versátiles: El hidrógeno verde se puede utilizar en una variedad de aplicaciones, incluyendo la generación de electricidad, la movilidad (como pilas de combustible para vehículos), la industria y la calefacción, lo que lo hace versátil y adecuado para múltiples sectores.
- Existe una apuesta decidida en el entorno de los países de la Unión Europea y otros países industrializados, en la transición al H2 Verde como principal fuente de energía. Por ello ya se están diseñando hojas de ruta, legislación, requisitos medioambientales, etc. que van encaminar a todos los sectores a su uso, a la vez que se están destinando a este sector importantes partidas presupuestarias tanto desde el sector público como desde el privado.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que existen desafíos significativos asociados con el hidrógeno verde que deben abordarse para que sea una apuesta exitosa en el futuro:
Costos: La producción de hidrógeno verde a través de la electrólisis es actualmente más costosa que otras formas de producción de hidrógeno. Se necesita inversión en tecnologías más eficientes y económicas.
Almacenamiento y transporte: El hidrógeno es difícil de almacenar y transportar y por lo tanto se necesitan avances en las tecnologías y equipos actuales (compresores, depósitos, tuberías, etc.).
Infraestructuras: Las actuales redes de gasoductos están diseñadas para el transporte de gas natural, permitiendo mezclas del 5% de H2 Verde (en el mejor de los casos del 10%). Mejorar estas infraestructuras para permitir el transporte y distribución del H2 Verde de forma eficiente es un desafío clave.
En resumen, estamos seguros de que el Hidrógeno Verde tiene el potencial de desempeñar un papel importante en la transición hacia un sistema energético más sostenible y limpio en el futuro. Sin embargo, su adopción a gran escala dependerá de avances tecnológicos, la reducción de costos y la inversión en infraestructuras.